Uncut Gems: el camino hacia la destrucción

La gran ignorada de los Oscars 2020, Uncut Gems, es una de las mejores películas que podrán ver este año y que, irónicamente, ni siquiera llegó al cine.

Uncut Gems

A través de lo que podría considerarse una carrera corta, los hermanos Safdie (Benny y Joshhan sabido moverse en el medio para llevar a la pantalla historias que si bien no son revolucionarias, si se sienten muy distintas, enérgicas y frescas. Sus películas a simple vista parecen ser “sencillas”, pero al mismo tiempo se pueden encontrar una que otra idea que las vuelve bastante profundas.

Y no es la excepción de Uncut Gems, su último largometraje protagonizado por nada más ni nada menos que Adam Sandler, quien ya desde Punch-Drunk Love de Paul Thomas Anderson había demostrado que sus selecciones laborales de comedia son meramente una elección, vaya, que sí puede actuar… y en Uncut Gems lo hace muy bien, tan bien que incluso me atrevería a decir que le deben una nominación al Oscar. 

Just For the Thrill of It

Sandler encarna a Howard, un joyero del Diamond District de Nueva York, que por su personalidad se ha ganado la fama de apostador y deudor. Un dia llega a sus manos el llamado “Black Opal” una gema preciosísima (y carísima) traída de Etiopía que es tan rara y especial que, citando sus palabras  “hace un millón de años hasta los dinosaurios vieron esta piedra”. Uno de sus mejores clientes, el jugador de basquetbol Kevin Garnett, queda maravillado por la piedra y está más que convencido que debe ser suya. 

De ahí, los hermanos Safdie logran lo que saben hacer mejor: plantean una historia enérgica que va de arriba para abajo, con un trabajo de cámara contrastante y rápido, muy ad hoc con el Nueva York donde Howard se mueve. De esta manera, la película es igual a Nueva York, y Nueva York es igual al psique de Howard, enérgico, dinámico, y muy descabellado. 

Es increíble ver como un hombre que le debe dinero a medio Manhattan sigue encontrando formas de deber aún más. Y es que apostar es el mayor estímulo que Howard tiene. Mantiene una búsqueda incesante del triunfo, ya que una parte de él siempre cree que puede ganar. Su extrema “confianza” lo vuelve increiblemente iluso e irresponsable. Lo más interesante es que no le importa ganar ni perder, lo que es estimulante es el hecho de apostar. “The thrill of it” le llaman los gringos. Y esa gema los vuelve locos. Tanto a Kevin Garnett como a Howard.

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Gusto por la autodestrucción

Uncut Gems muestra un poco de lo que todos somos. La idea casi ilógica de que el futuro es predecible o controlable. Es imposible detener los círculos viciosos que eventualmente llevan a Howard a lugares muy oscuros. Con una maestría para contar historias, los hermanos Safdie se condecoran como grandes exponentes del cine independiente, y hacen que Uncut Gems se vuelva un filme sumamente disfrutable y enriquecido con bastante fondo, explorando el psique humano y su carrera hacia la destrucción. 

Con Uncut Gems la vas a pasar muy mal, y muy bien.