Misión Imposible: The Final Reckoning, Cruise sigue corriendo

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Ethan Hunt (Tom Cruise) es contactado por la presidente (Angela Bassett) de los Estados Unidos quien le pide entregue la llave que controla la inteligencia artificial conocida como «la Entidad». Hunt se rehúsa, pues considera que nadie debe tener tanto poder. Ello lo lleva de nueva cuenta por la ruta de la rebeldía, y solo podrá contar con la ayuda de los veteranos de la franquicia: Luther (Ving Rhames) Benji (Simon Pegg) y la recién llegada Grace (Hayley Atwell).

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Misión Imposible, The Final Reckoning, que originalmente seria conocida como la segunda parte de la entrega anterior, también dirigida y coescrita por Christopher McQuarrie, es una película que intenta despertar nostalgia entre los fans de la franquicia, mostrar la mayor amenaza que hayan enfrentado Hunt y su equipo y, en teoría, darle un final digno a la serie, metas loables aunque no del todo alcanzadas.

Inicio anticlimático

Esta entrega de Misión Imposible tiene un inicio embrollado y algo inconexo, intentan resumir qué pasó en la cinta anterior, qué ha pasado con la Entidad  y cómo el villano -Gabriel (Esai Morales)- quiere nuevamente manipular a Ethan. Además existe una secta que adora a la Entidad, (Cruise peleando contra una secta es algo irónico) de la cual se olvidan hasta una muy predecible escena casi al final.

Además de abarcar demasiado, la edición es mala y hace que la película tarde casi una hora en realmente iniciar.

Misión Imposible - Hunt y el equipo regresan para una última misión

El director sabe que Hunt debe llegar al submarino mostrado al final de la ultima entrega, el problema es que no sabe como hacerlo, y ello provoca todos los problemas de ritmo antes mencionados.

El villano sigue siendo muy gris, y la entidad pasa de ser una amenaza por como puede alterar la percepción de la realidad en línea (la tan mentada posverdad) a ser una versión insegura de Skynet. Incluso la manera en que nuestro héroe llega al submarino parece tomada de la también fallida Terminator Salvation (McG, 2009).

La Misión Imposible: narrar de qué va la película

Sin embargo, ese no es el mayor problema de la película, sino el no saber qué tipo de cinta quiere ser o como mezclar todos sus elementos. Por momentos es recurre a los viejos trucos: Cruise haciendo acrobacias increíbles, pasando por momentos del Bond de Roger Moore. Pero hacia al final (y esto es triste, por decir lo menos) esta entrega de Misión Imposible nos remite a las últimas películas de Rápido y Furioso.

Desde la secuela dirigida por John Woo, la serie no había alcanzado niveles tan extravagantes/ ridículos en lo mostrado en pantalla.

Misión Imposible 8 - Cruise en un avión

Durante tres décadas, Misión Imposible ha sido el vehículo de Cruise para mostrar su nivel de compromiso con la forma de hacer cine que él conoce, la estrella realizando sus acrobacias, mínimo uso de pantalla verde, y producciones pensadas para la pantalla grande, nada de directo a streaming.

Al igual que en Top Gun Maverick (Kosinski, 2022) Cruise se ha mimetizado con su personaje en la lucha contra la inteligencia artificial, y sabe que es muy probable que su estilo de hacer cine tenga los días contados. Pero mientras el cuerpo aguante, Cruise seguirá dando la lucha, corriendo y sonriendo a la cámara, llenando la pantalla como una de las ultimas verdaderas estrellas de cine que nos quedan, y quizás solo por eso, valga la pena ver este supuesto cierre de la franquicia en cine, aunque sea una decepción rampante.