Duna Parte 2: el gran blockbuster de Villeneuve

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Después de una larga espera -que se alargó aún más por los retrasos de estrenos debido a la huelga de los escritores y actores-, vuelve Denis Villeneuve a la pantalla grande con Duna: Parte 2. Durante el 2021, cuando estrenó la primera parte, muchos nos quedamos con ganas de más. No se había comentado explícitamente que aquella película era la “Parte Uno” (te dabas cuenta casi que cuando comenzaban los créditos finales), por lo que en su momento se sentía que algo faltaba.

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Con Duna: Parte 2, el director por fin se adentra a la historia de Paul Atreides (Timotheé Chalament), quien después de ver a su padre, el duque Lote Atreides (Oscar Isaac) morir a manos del Baron Harkonnen, debe escapar con su madre de la mano de los Fremen para así salvar a dicho pueblo de su muerte.

Si bien no es absolutamente necesario ver antes la parte uno o haber leído el libro homónimo de Frank Herbert, indudablemente la película se disfruta mucho más si tienes una noción sobre la ruta de esta historia. Este es un libro bastante denso (de alrededor de 800 páginas) y para los fans seguramente es una dicha que Denis haya logrado agregar tanta información sin sentirse demasiado cargada. Mucho de esto se apoya en la increíble producción y en especial en la fotografía y los vestuarios. Estos elementos atrapan la atención y generan aso,mbro con la magestuosa puesta en esacena. Porque sí, Duna Parte Dos es un espectáculo para la retina.

Una historia de amor

Además de las impecables cuestiones técnicas, el corazón de la película es definitivamente la relación entre Paul Atreides (Timotheé Chalamet) y Chani (Zendaya). Las grandes batallas que indudablemente son espectaculares se balancean perfectamente con los momentos íntimos de esta bonita pareja. Villeneuve sabe malabarear tan bien el espectáculo con el microcosmos que es su relación. Se agradece que el director se toma el tiempo para que nos acerquemos de tal modo a la pareja.

El ritmo de la película también es bastante interesante, ya que la primera hora (de una película de casi dos horas y cuarenta minutos) se siente un tanto más lento que la siguiente parte, pero tenía que ser así ya que, como se mencionó anteriormente, el director se toma el tiempo de que entendamos las relaciones de los personajes, para que cuando se vuelva full espectáculo, estemos plenamente involucrados y nos importe el destino de todas estas personas.

Duna Parte 2

Los temas que toca Duna Parte 2, como el fanatismo religioso, el poder e incluso la falta de agua, resuenan de manera imponente. No deja de ser curioso, por decir lo menos, que incluso en el año diez mil en donde supuestamente se sitúa esta historia, la humanidad sigue buscando un mesías. La fe y el fanatismo religioso han sido y serán utilizados como yugo para el sometimiento de las masas. No obstante, aquí el bien y el mal son una escala de grises donde los personajes no se pueden encasillar, más bien cada uno rema hacia sus propios intereses.

En cuanto a los villanos en Duna Parte 2, tenemos a Feyd-Rautha Harkonnen (Austin Butler), el cual es una grata sorpresa al adentrarse por completo en este psicópata que su principal motivo es terminar con Paul Aterides. Otros personajes memorables son Stilgar (Javier Bardem) que sorpresivamente su actuación tiene un tinte de comedia, Jessica (Rebeca Fergunson), madre de Paul y parte de las Bene Gesserit, quien orquesta cada movimiento de manera impecable. Y aunque las vemos poco, la Princesa Irulan (Florence Pugh) y otra actriz que no comentaré su nombre, pero sabrán a quien me refiero cuando la vean, tienen excelentes participaciones.

Villeneuve y su primer gran blockbuster

Debido a sus valores técnicos, pero principalmente gracias al cuerpo y corazón que tiene la película, Denis Villeneuve logra armar una cinta definitivamente superior a la anterior. El filme es la combinación ideal entre el gran espectáculo tipo blockbuster, y las escenas intimas de la relación entre sus personajes principales, tan bien calibrada que no podrás despegar los ojos de la pantalla.

Es bonito presenciar filmes de ciencia ficción de grandes presupuestos que aun puedan contar con dotes artísticos y una autoría. Duna Parte 2 es definitivamente el estreno de la primavera (¿?) y pinta para ser una de las mejores sagas de la década.