La Ciudad Perdida: la comedia que no sabíamos que necesitabamos

La Ciudad Perdida

No siempre se necesita que una película descubra el hilo negro, ni está escrito en piedra que el cine debe ser profundo por lo que de vez en cuando se vale relajarse. “La Ciudad Perdida” está lejos de ser una propuesta novedosa, pero vaya que funciona.

La película dirigida por Aaron y Adam Nee no engancha por su trama, sino más bien por su cast: Sandra Bullock, Channing Tatum, Daniel Radcliffe y el mismísimo Brad Pitt forman parte de este filme que cuenta la historia de Loretta Sage (Bullock), escritora de novelas románticas de aventuras a lo Indiana Jones, con Alan (Tatum) como el galán e interés romántico de sus relatos. Después de una serie de eventos, se encuentran en La Ciudad Perdida, viviendo una aventura que pareciera ficción.

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Divertidamente inverosímil

La película objetivamente es inverosímil, pero el truco recae en que el filme sabe que lo es, y lo lleva al extremo. “La Ciudad Perdida” se mofa de las historias de este género, donde todo lo que pudiera salir mal, sale mal, y los personajes se encuentran en situaciones tontas pero divertidas.

El resultado es una comedia bastante ligera, la cual entiende su lugar en la cadena alimenticia cinéfila. Llega un punto en el que es tan cliché, que deja de serlo, y el propósito de mero entretenimiento está claramente trasado por los directores (que además escriben), quienes saben hasta qué punto llevarla para hacerla disfrutable.

Un cast de primera

El segundo truco de magia es el cast, el cual evidentemente es lo que atrae al espectador a la sala de cine. Sandra Bullock y Chaning Tatum tienen muy buena química, donde el segundo destaca por su carisma, y hay que darle un premio al agente de Daniel Radcliffe, que le consigue estar en los proyectos más random. Sale poco, pero lo hace bien. Y Brad Pitt… quiero creer que es mejor amigo de Bullock, porque no me imagino cómo lo habrán convencido de estar en la película. Su personaje es probablemente lo mejor del filme.

Al final, La Ciudad Perdida sabe jugar muy bien sus cartas. Ver rostros reconocidos con una historia ligera se convierte en una experiencia bastante reconfortante, donde los directores saben exactamente lo que están haciendo, y lo que la gente necesita en estos momentos, tal como los libros que escribe Loretta. Es el plan perfecto de domingo con las palomitas más grandes que puedan encontrar.

P.D. Quién diría que veríamos una historia donde Nicholas Sparks meets Barbara Blade